Caracas, 21 Ene (Notimex).- Dirigentes políticos de oposición en Venezuela alertaron hoy sobre la necesidad de que el gobierno realice con urgencia cambios en la política económica que permitan detener el grave avance del empobrecimiento de la población.
Los estragos que causa la inflación desbordada en el país requiere de una respuesta inmediata, pero frente a este clamor nacional el gobierno se hace de oídos sordos, señaló el economista y dirigente nacional del partido socialcristiano Copei, Héctor Galvis.
En entrevista con Notimex, Galvis dijo que los venezolanos reclaman una conducción del gobierno que hable con claridad al país, que asuma las responsabilidades del caso y que tome las decisiones que haya que tomar independientemente del costo político que podrían causarle.
Ya basta de buscar culpables al deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos como excusa para no enmendar sus propios errores como el de pretender implantar a la brava un modelo económico comunista que fracasó en el mundo entero, aseveró.
El subsecretario nacional de Organización del partido Acción Democrática (AD), Elvis Armas, consideró que este actual gobierno es responsable del hambre que pasan hoy los venezolanos, al tratar de implantar en el país el nefasto modelo cubano.
Bajo el pregón de construir un socialismo del siglo XXI, se arrinconó a la economía privada, expropiando empresas productivas del campo y la ciudad -a veces sin compensación -, y en otras ocasiones cerrándolas arbitrariamente, dijo.
Agregó que para alcanzar sus fines políticos, los gobiernos presididos primero por Hugo Chávez y luego por Nicolás Maduro desmantelaron el Estado de derecho que regulaba la Hacienda Pública, así como las relaciones entre el Estado y el sector privado.
Ello generó corrupción y un derroche de recursos sin precedentes que afectaron negativamente la calidad de vida del venezolano. Un cálculo somero de este derroche, entre 1999 y 2016 da cuenta de una cifra superior a los 3.3 billones de dólares, aseveró.
Tanto Galvis como Armas coinciden en que el objetivo económico principal perseguido por el gobierno ha sido el de centralizar en manos de la Presidencia de la república estos cuantiosos recursos para su aplicación discrecional con fines políticos.
Así los proventos de la venta de petróleo en los mercados mundiales pasaron a disposición directa del Ejecutivo para su reparto directo a través de misiones y se eliminó, para cerrar con broche de oro, el control legislativo sobre el gasto público, indicó Armas.
En el último año, Maduro gobernó mediante un decreto de emergencia económica y Estado de excepción, para enfrentar una presunta guerra económica.
Cálculos independientes revelaron que la inflación cerró en al menos 700 por ciento, combinado con un retroceso de 12 por ciento del Producto Interno Bruto.